Consecuencias de la exposición al humo en niños.

Algunos niños están expuestos a los tóxicos del humo de tabaco desde el momento de la concepción. El monóxido de carbono, la nicotina y muchas otras sustancias tóxicas (mercurio, cadmio o plomo, entre otras) pasan al feto a través de la placenta, reduciendo la llegada de oxígeno, acelerando su ritmo cardíaco y alterando el crecimiento y el desarrollo normal de algunos órganos.

Los hijos de madres que fuman en el embarazo tienen más probabilidades de nacer con bajo peso que los hijos de madres no fumadoras. El consumo de tabaco durante el embarazo se asocia también con mayor riesgo de muerte perinatal (feto muerto y síndrome de muerte súbita del lactante), menor desarrollo del pulmón, alteración en el desarrollo del cerebro (que estaría relacionado con un mayor riesgo de trastornos de aprendizaje y de conducta en la niñez y adolescencia) y algunas malformaciones congénitas. A largo plazo aumenta el riesgo de que sean fumadores al llegar a la adolescencia.

Dejar de fumar con láser.