Tabaco y embarazo.

Durante el embarazo el tabaco multiplica su potencial dañino generando no sólo riesgos para la fumadora, sino también para el bebé, entre los riesgo están los de sufrir embarazo ectópico, hemorragias vaginales, alteraciones cardíacas o en el bebé riesgo de nacer con bajo peso, insuficiencias respiratorias, riesgo de padecer muerte súbita, infartos o leucemia infantil.

El humo del tabaco se compone de una corriente primaria o principal, que es la que inhala directamente el fumador, y una corriente secundaria, generada mediante la combustión espontánea del cigarro. Se han identificado más de 4000 sustancias nocivas en el humo del cigarrillo, de las cuales al menos 60 son probables carcinógenos humanos, como los 4-aminofenoles, benceno , níquel, otras sustancias tóxicas son el monóxido de carbono, dióxido de carbono, notrosaminas, amoníaco, y otras están como partículas en suspensión ( alquitranes y nicotina).