Conclusiones.

Se puede concluir que el llamado «tabaquismo pasivo» ahora denominado «involuntario», es ciertamente una triste realidad. Las estimaciones que han evaluado el impacto sobre la salud, aunque muy conservadoras, establecen que el tabaquismo involuntario es ya una importante causa de morbimortalidad prevenible en países desarrollados, y en vías de desarrollo.

Continuamente parecen nuevas descripciones  de efectos adversos para la salud por inhalar ACTH. Sin embargo, ya no se discuten los riesgos que comportan para la salud. Actualmente el debate se centra en otros aspectos del problema. La evaluación objetiva de la exposición, las medidas para la protección frente al tabaquismo involuntario y su eficacia son ahora los puntos claves.

Al igual que otros países, España ha incorporado recientemente una serie de medidas para reducir el consumo de tabaco, que incluyen limitaciones para fumar en los espacios públicos. Estas medidas han supuesto un notable avance, son eficaces para proteger a los no fumadores de la exposición involuntaria al ACTH, reducen las enfermedades relacionadas y tienen, el apoyo mayoritario de la población, ya sea o no fumadora.